Me ha tocado ser testigo directo de las miserias humanas en mis últimos dos meses de habitar o cohabitar la tierra que mi padre Dios me regalo junto a mi vida, es asquerosamente triste ver como personas se dedican a sembrar el mal sin mediciones, sin miramientos, sin el mas mínimo sentimiento de arrepentimiento o simplemente sensibilidad.
Cuando una persona decide ser buena o mala, hacer el bien o hacer el mal, es cuando decide que hacer con su vida, en realidad cuando se decide hacer el mal recibes la confabulación del genio del mal y es mucho lo que se logra hacer y mas cuando las victimas no son hijos de la luz o no tienen sus puntos claros en materia espiritual.
El problema, para esos artífices de la maldad y el dolor, es cuando se encuentran de frente con hijos de la luz (aveces con solo uno le basta); en realidad logran ejecutar su macabro y oscuro plan... muy bien! pero al cabo de un mes o dos meses o el tiempo elegido por Dios para hacer justicia divina: PUMP! explota la bomba.
Hacer el bien siempre ha sido mas satisfactorio y fructífero que hacer el mal, conseguir una sonrisa, una amistad, un abrazo sincero siempre sera mas gratificante que una mala opinión sobre tu persona. En el ámbito personal, empresarial y laboral...espiritual y hasta amoroso.
Ejemplos conozco muchos, se creyeron dueños del mundo y hoy están enredándose en sus mismas patrañas otros no pueden siquiera acercarse a algunos lugares porque las personas que maltrato ayer hoy son directivos, gerentes y hasta propietarios de sus negocios.
Yo elegí ser hijo de la luz, hacer el bien, ser buena gente, hacer sonreír y dar mi sufridita cuando no comprendan mi forma y me pregunten una vez mas: detrás de ser buena gente hay algo mas... cual es el interés oculto?... Pero mi respuesta siempre sera la misma: busco que sonrías. Se feliz!