miércoles, 21 de enero de 2009

Crónica de Solicitud de documentos en Dominicana

Ayer estuve en una oficina pública solicitando un documento de identidad y permitanme decirles que creí que no pasaría por esa otra vez. Recuerdan la pela que cojimos cuando el cambio de cédula? pues más o menos eso pero ésta vez con el agravante de que la joven que me atendía entendía que me hacía un favor más que brindarme un servicio.
Que maldita cuerda cojí cuando por tercera ocasión me dirijí a su escritorio luego de esperar por mas de una hora y media sentado sin que nadie me llamara, siendo el próximo del turno, ella con su cara de perra sólo me decía: "en un rato le llamamos señor". Saben como soy, me puse a observarla, me preguntaba por qué a mi?
Me di cuenta que la misma atendía a los que iban con retrasos de tiempo a resolver sus problemas dandoles prioridad y a los que acudimos con nuestro tiempo reglamentario que nos llevara el Diantre, pero no solo eso, también la vi saludar a todas sus compañeras de oficina, bromear con los jóvenes de su área, salir hacia un sitio que luego descubri era la cocina, no por el rato que duró sino por la taza de café que la desgraciada traia en sus manos. Al termino de 2 horas con 20 minutos llegó mi turno: vaina que podía resolver en 15 minutos si ella hiciera su maldito trabajo como debe.
Me pregunto si ella sabrá que lo que se le paga son mis impuestos o si su ahuecada cabeza le permitiría entender que en esta tierra todo está relacionado y que tarde o temprano los puntos se reencuentran, y que puede ser que yo tenga que ayudarla en algo?... Me gustaría que así fuera para demostrarle a esa pendeja que no somos iguales que no la dejare esperar una hora ni dos horas sino una mañana o un dìa coño... asarosa.
Me acostrumbraré a ser dominicano, lo prometo.
Nota: NO TODOS LOS SERVIDORES PUBLICOS SON IGUALES.

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