Estoy en contra de la protesta convocada para este lunes a favor de la designación del famoso 4% del PIB para Educación. Y estoy en contra por una sencilla razón: No le veo sentido.
Al leer tal opinión, más de uno podría preguntarme:“¿Por qué no le vez razón de ser? ¿Estás loco? ¿El frío que sopla por los “madriles” te quitó el juicio y el deseo de que tu país eche pa’ lante”?, etc, etc, etc…
Y, aunque dicen que una pregunta no se debe responder con otra, yo si lo haré. Total, éste blog es “mío de mi propiedad”.
Aquí las “preguntadas respuestas”:
¿Quien más que nuestras capacitadas autoridades conocen lo que le conviene a la Nación?
¿Quién, sino ellas, saben que con educación no se soluciona nada? Pues ¿qué hace un pueblo educado para progresar?
Ó sea (tono de adolescente obsesionado con el Facebook), un pueblo capacitado no corre cada cuatro, o seis años (ya ni sé), a las urnas para votar por cuanto Hannibal Lecter se le pinte como el más digno pastor de su vida en sociedad. ¿O sí…?
Y sigo preguntando: ¿Cómo la educación ayudará al desarrollo de miles de niños cuyas “tres calientes”, en más de un caso, se limitan al nutritivo, confiable y siempre saludable desayuno escolar?
Así que, en atención a esa ingenua, loca, y desfasada protesta convocada para este lunes 6, anuncio que me vestiré de rojo. No por ser del equipo al que los liceístas le prestamos nuestra corona por un año, sino, porque al igual que el Gobierno, sigo sin verle sentido al utópico reclamo.
En consecuencia, y con esto termino:
¡No al amarillo!
¡No al cumplimiento de la Ley!
¡No a la educación!
En vez de tontas demandas, que cada uno siga pa’ lante lo mejor que pueda. Sólo un consejo: que cada quien avance de día, pues aún no cobran la permanente luz solar en RD. Al menos, eso me han dicho.
(PD: ¿Alguien me presta una cintita amarilla?).
Luis Daniel Núñez es periodista
ldaniel37@gmail.com
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